A pesar del mal tiempo de estas últimas semanas, no quería despedir el año sin salir a hacer fotos. Me atraía la idea de captar las últimas luces del año pero las previsiones no eran muy halagadoras. Todo apuntaba a que la tarde de fin de año no sería muy propicia para unas buenas luces, así que no tenía más opción que aprovechar el día anterior para intentarlo.
La verdad es que la tarde pintaba muy bien, con bastantes nubes y un cielo bastante limpio. Se me ocurrió que quizás el Parque Natural de la Marjal de Pego-Oliva podía ser el sitio indicado para intentar unas luces reflejadas en el agua. De hecho, había llovido tanto estos días que se había acumulado muchísima agua y podía dar mucho juego. Al igual que la última vez que fuí a la marjal, las abundantes lluvias habían inundado por completo todos los accesos al parque, por lo que tuve que dejar el coche junto a la carretera y acercarme caminando sorteando las enormes charcas hasta el emplazamiento que tenía pensado para esperar las últimas luces. Como siempre, llegué un poco antes para estudiar la situación y elegir los primeros planos que me interesaban, así que tuve tiempo de entretenerme haciendo algunos reflejos y algunos detalles antes de las últimas luces.
Poco a poco, la tarde fue llegando a su fin. Instantes después de ponerse el sol, las nubes todavía seguían muy grises y sin interés alguno. Por un momento pensé que me iba a casa sin ninguna imagen interesante pero sabía que tenía ser paciente y esperar un poco más a ver cómo de desarrollaba todo.
Apenas unos minutos después, y como por arte de magia, las nubes empezaron a adquirir tonalidades cada vez más rojizas y, por fin, la cosa empezó a ponerse interesante. Sabía que aquellas luces se esfumarían en cuestión de minutos y no podía perder ni un segundo. Me concentré en los encuadres que había previsualizado momentos antes y me puse a realizar las imágenes que tenía en mente. Instantes después, todo el espectáculo de luces había finalizado. Respiré hondo y me relajé contemplando como oscurecía. Atrás quedaban esos minutos tan intensos y aquellas últimas luces del año...
Buenas luces!!!
Hola Paco, impresionantes luces ,las que nos enseñas. Empiezas el año fuerte haciendome goleta, como siempre, Feliz 2010, maestro¡
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