Ésta es una de esas imágenes que quería mostraros desde hacía tiempo pero que nunca encontraba el momento de hacerlo. Cuando decides afrontar el paisaje o cualquier otro tema desde tu visión más personal, siempre te surgen dudas acerca de lo que los demás "verán" en tu imágenes. Pero, el temor por lo que dirán los demás va condicionando nuestra creatividad y hace que acabemos haciendo siempre lo mismo, lo que sabemos que "funciona" con los demás, sin importarnos lo significa para nosotros.
Pero llega un momento en el que te planteas qué sentido tiene todo esto, te preguntas si esos instantes que captas con tu cámara los detienes para ti, porque te han hecho sentir algo especial o, simplemente, para el reconocimiento de los demás. Tener claro lo que buscamos con la fotografía es, a mi modo de ver, fundamental y es algo que todos deberíamos plantearnos en algún momento.
Por suerte, eso es algo que, desde hace mucho tiempo, tengo claro. Siempre he fotografiado para mí, he disparado mi cámara cada vez que algo me ha hecho vibrar, sin importarme si a los demás les gustaría o no. Soy consciente de que no es el camino más fácil, ni el que me llevará a ningún sitio, pero quizás sí sea el más apasionante y, sobre todo, el más enriquecedor para mí...
Saludos!