Es muy difícil definir la belleza. Quizás porque tenga que mucho que ver con el mundo de las emociones y de los sentimientos. Quizás porque sea algo tan subjetivo que hace que lo que para unos es bello, para otros no lo sea tanto. Hasta hace poco, pensaba que la belleza estaba ahí, esperando a que la descubriéramos, y algunas veces me sorprendía cuando alguien no era capaz de encontrar la belleza en algo que para mí era tan evidentemente bello. Al final he aprendido que la belleza sólo está ahí para los que de verdad saben verla, para los que, de alguna manera, han sabido inventarla.
Con el tiempo, he aprendido a mirar a mi alrededor y descubrir la belleza en lo más cotidiano, en las cosas más minúsculas, a ver poéticamente. Cuando alguna cosa llama mi atención, me detengo unos instantes a observarla y reflexiono sobre lo que me hace sentir, intentando descubrir aquel detalle que me ha cautivado. Siempre he sentido un impulso irresistible por mirar a mi alrededor, por inventar nuevas posibilidades y por descubrir emociones nuevas que luego intento traducir en imágenes.
Para mí, la fotografía es mucho más que un puñado de megapixeles, es una forma de mirar y de sentir, de entender la vida...
"Encuentra bello todo lo que puedas; la mayoría no encuentra
nada suficientemente bello".
(Vincent Van Gogh)