Ocho y cuarto de la noche. Llego a la sala de exposiciones. Casi todas las luces del edificio están apagadas, a excepción de las de la planta baja en la que espera Pilar, la conserje. Tan sólo quedan colgadas mis fotos y las de otro compañero, el resto ya ha pasado a desmontar y llevarse las suyas. Mientras empaqueto mis ampliaciones, siento una extraña sensación al ver todas las paredes de la sala vacías, sin todas esas imágenes que hace unos días rompían la monotonía blanca de sus paredes.
Atrás queda ya nuestra exposición "15 MIRADES", una de nuestras últimas "locuras" en estos tiempos de crisis. Tan sólo nos queda la satisfacción por haber mostrado un poco de nuestro trabajo a los más de 1.600 visitantes que han venido a visitarla. Porque exponer, en los tiempos que corren, es casi un acto de altruismo del que ya no esperas nada a cambio, tan sólo la absurda utopía de que, con ella, estás contribuyendo a la cultura y a la vida de los demás.
Hoy quería, desde estas líneas, agradecer a todas las personas que nos han apoyado y han hecho posible todo esto y, como no, a todos los que nos habéis visitado y nos habéis dejado vuestros comentarios y ánimos. Para los que no os ha sido posible visitarla, os dejo aquí las tres imágenes que formaban la trilogía con la que participé en la exposición.
Saludos!