Fotografía realizada con mi primera cámara digital, año 2003.
Esta mañana me he dado cuenta de que apenas he publicado en el blog en lo que llevamos de año. Tan sólo un post el mes pasado. Pero lo peor es que se me había pasado el décimo aniversario del blog. Sí, eso, diez años. No sé qué os parece, si mucho o poco. Para mí es mucho tiempo que ha pasado demasiado rápido.
Pero cuando pienso en el blog y en la motivación de seguir publicando, enseguida me asaltan las dudas. Son tiempos extraños, tiempos en los que todo es fugaz y superficial, tiempos en los que prima la inmediatez y la impaciencia. Tiempos en los que lo efímero se impone sobre lo permanente o, como decía Zygmund Bauman, lo líquido a lo sólido. Este sociólogo decía que vivimos en los "tiempos líquidos" para referirse el debilitamiento de los vínculos humanos y el paso hacia una sociedad cada vez más individualista e inestable.
No son pocas las veces que he reflexionado sobre qué sentido tiene seguir publicando y manteniendo este blog. En un mundo sobresaturado de imágenes y de información, soy consciente de lo poco que puedo aportar pero, al mismo tiempo, siento que estos espacios personales deben intentar resistir a esa modernidad líquida imparable.
Así es que, si no pasa nada, seguiré en la brecha todo el tiempo que la inspiración y las ganas me lo permitan, intentando captar vuestro interés y tratar de que lo líquido pueda convertirse en algo más sólido algún día.
Gracias por esos diez años, sin vosotros seguramente no hubiera sido posible.
Abrazos!