"Entonces, si el caminante acierta a fijar un momento su atención -se levanta algo de polvo que va cubriendo también de blanco poco a poco las matas de hierba del arcén-, puede escuchar el murmullo de las hojas agitadas por el viento, el susurro del juego enigmático y recóndito por el que intercambian impenetrable e impávidamente sus posiciones los haces y los enveses de las hojas igual que si la intercambiabilidad fuese una ley no sólo una ligereza del pecíolo, una versatilidad del rabillo de las hojas mientras el viento no cesa y la plata no retorna a su reverso como si nunca hubiera desafiado en su innumerable fulgor pequeño al sol que la hacía relucir".
José Ángel González Sainz, "El viento en las hojas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario