Era una de aquellas tardes poco apacibles en las que, en más de un momento, te preguntas porqué has decidido salir a fotografiar. Piensas en mil excusas para no estar allí pero, en el fondo, sabes que estás donde de verdad quieres estar a pesar de todo. No hace falta auto-convencerme, sé que estoy allí porque persigo algo que, en unos instantes, quizás llegue a suceder. Tan sólo he de esperar el momento...
Pero han sido tantas las veces en las que, al final, no ha llegado a suceder nada y he regresado a casa sin lo que venía buscando... Sin embargo, aquella tarde, sucedió. Extendió sutilmente sus tentáculos hasta que me atrapó. Ésta vez supe que valía por todas aquellas veces que me había marchado si nada. La Luz, siempre la luz...
Buen fin de semana!
La luz, simplemente la luz, la que modela todo y es capaz de sacar la sensibilidad de quien sabe apreciarla...
ResponderEliminarGràcies, Pepe!
ResponderEliminarPicasso siempre decía que "la inspiración te debe de coger con el pincel en la mano". En la fotografía es igual, sino no estas ahí por muy buena luz que haga o inspirado que este no sirve de nada. Un abrazo, Francis
ResponderEliminarMe gusta la mano en primer plano, los colores suaves, la composición es única! Felicidades, Paco!
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