Como una de aquellas pinturas impresionistas que tanto admiraba, aquella tarde los cristalinos colores del Mediterráneo jugaban a crear caprichosas formas y texturas. Absorto ante aquel fragmento de belleza cambiante que había seleccionado con mi cámara, dejé que fueran ellos los impresionaran con su luz cada uno de los fotogramas que iba capturando.
Saludos!
dan ganas de introducirse en la fotografia para empaparse de ese juego de luz y belleza...saludos desde la roca :-)
ResponderEliminarquina frescura m'aporta esta foto, realment pareix una pintura.
ResponderEliminarUn racó abstracte del nostre Mediterrani. Bonica imatge! una braçada
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